Un extracto de las copias de los documentos de Fëanor. Página 1/3.
Como sería casi imposible transcribir aquí todo el contenido de esos documentos, escribiré y describiré algunos extractos que de boca de Agendir llegarán a Yoguín a su debido momento. En algunos puntos de la partida se especifica claramente, el resto deberá improvisarlo como mejor pueda el DJ de turno.
‘Y Oromë fue el único de los vanyar que se demoró entre los Eldar, y luego volvió cabalgando deprisa hasta Valmar; y habló de las sombras que perturbaban Cuiviénen. Entonces los Vanyar se regocijaron, aunque aún tenían dudas, y durante un tiempo discutieron qué consejo adoptar para proteger al resto de los elfos. Pero pronto volvió Oromë apesadumbrado ante la negativa de actuación de los vanyar. La decisión había sido muy difícil, pero necesaria. Y habitó con ellos para darles consuelo. Y las sombras y el Mal seguían envolviendo a los Noldor y a los Teleri en los albores del tiempo’.

‘Entonces una vez más los vanyar se reunieron en consejo y quedaron divididos en el debate. Porque algunos, y de ellos era Ulmo, el joven Almirante, el principal, sostenían que el resto de los Quendi tendrían que tener libertad de andar como quisiesen por Tierra Media y tener sus propios reyes, y con la capacidad de que estaban dotados ordenar todas las tierras y curar sus propias heridas. Curar sus propias heridas, bonita forma de abandonarnos a nuestra suerte’.